Desde 1996 trabaja en nuestra compañía, cuando nuestra planta apenas tenía dos líneas y los alrededores de la fábrica no existía casi nada. Enrique Guerrero jamás ha pasado desapercibido entre nuestros trabajadores, sea por sus infaltables bromas, como por el liderazgo que asume a la hora de cargar los módulos.
Se podría decir que Enrique es parte del “inventario” de Tecno Fast, con una carrera de 15 años, es uno de los trabajadores más antiguos de TF, llegado cuando recién estaba inaugurada la planta 1 en un sector de Santiago donde no había nada más que malezas y matorrales.
¿Cómo fueron sus comienzos en TF?
Llegué el año 1996 por medio de un contratista cuando el patio de la única planta que existía en ese tiempo estaba lleno de módulos para Collahuasi. Esos primeros cuatro años en la compañía trabajé en la etapa de terminaciones de la línea 1.
¿Qué diferencias había en los comienzos de TF con ahora?
Bueno, cuando llegué a TF no existían la planta 2, tampoco existía la línea 3 y 4. Este sector estaba lleno de maleza y barro y éramos casi la única empresa de esta comuna. Antes había pocas cosas, pero con los años el sector ha mejorado mucho, hay más empresas, pavimento y nosotros tenemos mejor locomoción y también mejores instalaciones.
¿Qué trabajos realizó en TF antes de ser Supervisor de Carga?
En un comienzo estuve como cuatro años en terminaciones. También como en esa época me tocó en dos ocasiones hacer trabajos en proyectos como Pelambres y Los Bronces, donde la experiencia fue muy buena. Más o menos el año 2000 comencé a trabajar en el área de carga, donde estábamos encargados, al igual que hoy, a generar líneas para la producción.
¿Cuánto tiempo lleva como supervisor?
Llevo como tres años en el cargo. Estoy muy orgulloso de mi equipo, de todos quienes trabajan conmigo, en especial de Andrés Valenzuela, quien es el operador y quien cumple un papel fundamental en el trabajo que realizamos. Andrés es un gran aporte para TF.
Un gallo bonachón
Enrique no es sólo conocido en nuestra planta por los años que lleva trabajando acá, sino que también por su “facha” con el casco, la frondosa barba y las gafas negras, que a lo lejos hace parecerlo como una persona ruda, de pocos amigos. Un total engaño, porque a los pocos minutos de conversación comienza con sus chistes y bromas tratando de hacer que el tiempo sea agradable. Él mismo declara, “yo soy del tipo de personas que siempre ando con la talla y con bromas porque me gusta hacer los momentos amenos, especialmente en el trabajo. Muchas veces uno tiene problemas, pero hay que hacerse más simple la vida”, nos explica.